Año nuevo, último día

Hacía tiempo que no estaba por acá. En realidad me había olvidado de esta página. Han pasado muchas cosas desde la última vez. Tengo una hija hermosa que me ha cambiado la vida...ha cambiado mis prioridades y creo que me hace ser una mejor persona. Simplemente la adoro. Se llama Sofía. Vino al mundo un 25 de mayo, el mismo día de mi cumpleaños, el 33. Jesús murió por nosotros a los 33 años, de cierta manera yo empiezo otra parte de mi vida a esa misma edad.
Cada día que la miro me asombro más y más de ver el milagro que es Sofía. Algunas veces me enternece hasta las lágrimas. Cada sonrisa suya me derrite tan fácil que no hay fuerza humana capaz de hacerlo, pero Sofi no necesita más que eso...una simple sonrisa. Si esto no es un milagro, qué lo es?

Hoy es mi último turno de trabajo en lo que va del año, mi siguiente vez será el 1 de enero. No tengo más pensamientos que los de decir que este año ha sido duro, en ocasiones casi insoportablemente duro, pero también ha sido uno de los más felices. Gracias Sofi por darme energía y razones para seguir viviendo. Le pido a Dios nuestro Señor que me de la oportunidad de seguir compartiendo con mi familia por mucho tiempo más, y para tí, lector anónimo, que el 2009 sea un año lleno de bendiciones.